Sentir como la sangre
corre por mis venas.
Sentir como la vida palpita
en cada rincón
de mi cuerpo.
Sentir como se hinchan
mis pulmones de aire
puro y refrescante
llenos de savia.
Sentir como mis ojos
se agrandan y adelantan
en inquisidora mirada.
Oler la vida en sus
agridulces aromas.
Caminar con pasos lentos
y apurados según la vez.
Caminar por el barro,
por la nieve, por el mármol
y por finas alfombras también.
Caminar decidido y gozoso
jugando a cada instante
siempre siguiendo el juego
el divino juego de la vida.
Sabiendo a cada instante
que el camino es camino
rocoso y llano a la vez
Saltando barreras liviano
y tranquilo también.
Llevando el corazón como brújula,
con la percepción desplegada al viento
como fuertes y liviana velas
que resisten al aire,
para dar más vértigo.
Con la mirada clara
puesta en el siguiente paso
pero también a la distancia;
como firme timón.
Confiado y seguro
con humildad y gratitud
recibiendo y dando.
Viviendo la vida,
Amando la vida.
24 de julio de 2007
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