17 de diciembre de 2009

EN EL METRO DE PARÍS (ú "Olga de Moscú")

Cuento inspirado en versos del poema “En una estación del Metro” de Oscar Hahn
Desventurados los que divisaron / a una muchacha en el metro / y se enamoraron de golpe / y la siguieron enloquecidos / y la perdieron para siempre entre la multitud.

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EN EL METRO DE PARÍS
ú Olga de Moscú

Noviembre del 2000, otoño en París.

Se levantó por la mañana temprano. Luego de su aseo personal, que solía ser bastante lento y meticuloso, se dispuso a preparar su desayuno. Como de costumbre el café tenía que molerlo en el momento, aún conservaba un molinillo de la época de la Zarina, guardado por y herencia de su abuela paterna.

Viéndolo desde afuera, todos sus movimientos eran insoportablemente lentos; moler el café se transformaba en un rito-cámara lenta de nanosegundos que se sucedían hacía el infinito. Mientras el café se hacía en el viejo Samovar, él se dispuso a preparar los crépes que quería comer en el desayuno, rellenos con crema de arándanos.

Luego de su desayuno, se vistió elegantemente y salio de su casa hacia la estación del metro parisino “Les Tuilleries” se iba a reunir en las cercanías de “La Bastille” con M. Christoph Eschenbach, Director de la Orquesta de París. Ese día era un día muy especial, pues tenían que organizar un próximo concierto de invierno en San Petesburgo.

Aunque le molestaran sobremanera las estaciones del metro de París, según él, por el estado de paupérrima decadencia en la cuál habían caído, igual lo utilizaba porque era un medio de transporte que lo acercaba a toda la ciudad, y a donde el quisiera ir.

No fue mucha la espera, llega el tren…se aparta un poco de la línea de contención, y se dispone a esperar que la gente descienda para poder entrar. Se abren las puertas del coche…. descienden muchas personas….mira algunos rostros…de repente….se queda lívido…imágenes y recuerdos del pasado….rostro de su historia le llenan las pupilas y le agitan el corazón…historias del pasado en el presente...su mente, su memoria, su corazón…agitados en un ir y venir tiempo-espacio, pasado y presente…presente y pasado… un rostro y un cuerpo que le hace ir y venir en sólo segundos…perplejidad…asombro…alegría…amor…recuerdos, todo junto y revuelto en oleadas de emociones-sensaciones. ¿Olga? ¿Su Olga de Moscú? ¿el cuerpo presente de su amor pasado y perdido en las calles de San Petesburgo a consecuencia de la furtiva huída y exilio?

Ve que lentamente se aleja entre el gentío…no podía perderla…sorprendido-paralizado-absorto-emocionado…no podía perderla, no, nuevamente; ahora estaba en París. La siguió por todo el recorrido inverso por él andado momentos antes…rápidamente, si quería alcanzarla tenía que dejar su vieja parsimonia de lado, era ahora ó nunca, no se podía permitir que esta joven “su Olga” se diluyera en la multitud nuevamente, se acerca cada vez más….la alcanza…y con una brizna de aire le dice muy cerca a sus espaldas…. “¿Svralatiyeva?”…. la joven se para en seco y en un rápido giro queda mirándolo directo a los ojos, con sorpresa y gesto de pregunta le dice en un perfecto ruso “Svralatiyeva es mi madre…Olga” y Ud? …no pudo responder…Nikolai se desvanece…todo su cuerpo reacciona de una manera sorprendente…por poco se cae…no puede articular palabra…su agitación se lo impide, las lágrimas asoman en su rostro, la emoción le gana a la razón…”disculpe Señorita, esto es maravilloso….un milagro…sí…sí…un milagro”.

La joven, no sin asombrarse, puede darse cuenta que algo trascendental está pasando, lo toma del brazo y dulcemente lo consuela…”cálmese por favor…tranquilo…tranquilo...busquemos un lugar donde sentarnos, para que nos recuperemos y podamos hablar”.



Nikolai Andreiev Chervchenko, Ruso, nacido en Moscú en los ’50 (muy pocos sabían con certeza el año) se había refugiado en Francia (posiblemente en los ’70) cuando su familia, perteneciente a
la burguesía imperial zarista, comenzó a ser acosada por el Politburó Comunista de la época de Jruschov-Brézhned.
Nikolai desde muy niño comenzó a tocar instrumentos de cuerdas y llegó a ser, con solo 19 años de edad, la 1era. Viola de la Mariinsky Symphony Orchestra ú Orquesta Kirov.

Olga Svralatiyeva, Rusa, nacida en San Petesburgo en el año 1951. Perteneciente a una familia de intelectuales rusos de la clase media-alta surgida de la “República Bolchevique”.
Olga desde que pudo moverse (según cuentan las viejas de la familia) su andar era de bailarina, cierto o no, esto hizo que desde los 5 años practicara y estudiara danza con los más importantes maestros de la ciudad, de la talla de Gulnara y Lankedem, entre otros. Con el tiempo y si mal no escuche, en los años ´80, se convierte en la 2da. bailarina, y digámoslo con todas sus letras, del Ballet Imperial Ruso Bolshoi.