A ti, amiga, te presto mi verso
HIMENEO
¡¡Gracias Eduardo!!
Tus palabras vacías
llenas de halagos serviles
fueron cubriendo
todo mi ser mujer
Preparaste la urdimbre
con juegos sutiles,
deseos carnales
de arrebatarme
la inocencia guardada
Tejiendo diestramente
finisimas telas
y con ellas cubriendo
lujosamente
todo mi ser
Y yo te creí
me sentía tan mina
me veía tan reina
era tan plena
que a ti me entregué
El deseo logrado
la flor deshojada
pusieron olvidos
distancias marcadas
en nuestros caminos
Tus palabras cayeron
Las finísimas telas
se fueron ajando
cubriendo de harapos
todo mi ser
La mina tan reina
que era tan plena
se fue convirtiendo
en mujer abusada
objeto olvidado.
Cayendo subía
y en la peor negrura
viendo me vi
Sola, sin palabras
Solo mi imagen
y todo mi ser
Me miro en mi espejo
con luz de mujer
reí a carcajadas
por la flor deshojada
por la inocencia guardada
y me puse el traje
de hembra en mi piel.
El sabio consejo
del viejo presagio
cuando las horas
se callan
callarse también
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