Tus horas llenas
de miedo y angustia
te encierran en la
pieza oscura de
la frustración.
Mirando la vida desde
tu vieja ventana,
mientras en tu alma
se agita impotente
el deseo de ser.
Haciendo y haciendo
te pierdes los días,
provocando vacío
en todo tu ser,
mirando sin ver.
Cuando rompas tu
imagen, reflejada en
espejo ajeno, podrás
encontrar tu propia
belleza y todo tu ser.
9 de junio de 2007
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